Sócrates está apunto de morir. Condenado a beber cicuta pasa sus últimos momentos con sus amigos. Charlan y disfrutan de los momentos finales del sabio griego.
Contrariados de ver a su maestro feliz ante sus últimos minutos, Sócrates les explica el porqué. Todo amante de la sabiduría anhela dejar el cuerpo que no permite descubrir la verdad y ser totalmente libre y contemplar lo que es verdadero, sin ninguna percepción.
Sócrates demuestra con una serie de afirmaciones porque el alma es inmortal y no hay que temer la muerte. Son los siguientes lo argumentos del genio:
- Todas las cosas tienen su contrario: si de lo que se vive se produce lo que está muerto, de lo que está muerto debe producirse lo que está vivo. Las almas de los muertos deben existir en alguna parte hasta que vuelvan a la vida.
- La reminiscencia: El conocimiento es un constante recordar cosas ya sabidas en el pasado. Nuestra alma aprendió todas esas cosas antes de ser nosotros humanos, porque lo que debió existir antes que nosotros.
- Lo simple es indisoluble: El alma no se disuelve ya que no es algo complejo de lo que se pueda descomponer. Al igual que lo bello y lo bueno no admiten cambios pues son simples y permanecerán así por la eternidad al igual que el alma.
Éstas son algunas de las argumentaciones de Sócrates. En el Fedón Platón empieza a mostrar su teoría de las ideas, concepto que revolucionó el occidente durante siglos, y base de plantonismo.
El Fedón marcó la cultura occidental en grado sumo. Su influencia fue notable. Son varios los eruditos y filósofos como Erasmo que alaban esta obra, éste dijo de Sócrates Sancte Sócrates, ora pronobis
. Tal es el optimismo sobre la muerte que se desprende en el Fedón, que incluso un ferviente admirador, Cleombroto, se tiró por un acantilado.
Hermosa y tierna la actitud de Sócrates frente a la muerte, no como una resignación, como un deseo de que le llena de imágenes verdaderas una vez desprendido del cuerpo.
Totalmente recomendable.
